Tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica

osteocondrosis de la columna torácica

Osteocondrosis: se refiere a enfermedades basadas en procesos degenerativos-distróficos que afectan los discos intervertebrales, así como otros elementos estructurales de la columna vertebral: cuerpos vertebrales, articulaciones intervertebrales, ligamentos, tendones.

La osteocondrosis de la columna torácica es una forma rara de patología. Esto se debe a las peculiaridades de la estructura anatómica de la parte superior del esqueleto. La columna torácica, que consta de 12 vértebras, está conectada a las costillas, que se unen al esternón con sus extremos frontales. Marco rígido y duradero: el cofre protege los órganos vitales (corazón, pulmones) de lesiones.

Tal estructura esquelética no solo limita la movilidad de este segmento de la columna, sino que también la protege de los efectos negativos de la actividad física y los discos intervertebrales de la destrucción prematura.

Los discos intervertebrales son capas cartilaginosas entre las vértebras, que consisten en una parte central: un núcleo pulposo similar a un gel y una cápsula anular fibrosa.

Los discos intervertebrales brindan estabilidad a la columna ante cargas verticales, actuando como amortiguadores al caminar, correr, saltar y, junto con otras articulaciones de las vértebras, brindan movilidad y flexibilidad a la columna.

El desarrollo de la osteocondrosis torácica.

Con la osteocondrosis, el suministro de sangre empeora, se interrumpe el transporte de agua, glucosa y aminoácidos al núcleo pulposo, que son necesarios para sintetizar carbohidratos que se unen al agua. El núcleo se seca, la estructura similar a un gel se vuelve fibrosa, como resultado, se pierde su capacidad de amortiguar los golpes. La carga cae sobre el anillo fibroso y las vértebras, que se lesionan. Aparecen microfisuras en el anillo fibroso, sus fibras se estiran y ya no pueden sostener el núcleo pulposo, que comienza a sobresalir hacia el canal espinal: protrusión del disco. Cuando el anillo fibroso se rompe, se forma una hernia intervertebral.

Causas de la enfermedad

En personas mayores de 40 a 45 años, la osteocondrosis torácica se desarrolla debido al envejecimiento natural del cuerpo. Esto se manifiesta por una desaceleración en los procesos de regeneración del cartílago y el tejido óseo, una disminución en la producción de colágeno, por lo que se mantiene la elasticidad y la fuerza del aparato ligamentoso de la columna vertebral.

A una edad más temprana, la rápida progresión de la osteocondrosis de la región torácica ocurre en el contexto de patologías que afectan negativamente la condición del cartílago y el tejido óseo de la columna vertebral.

  • Enfermedades sistémicas del tejido conjuntivo: artritis reumatoide, esclerodermia.
  • Patologías endocrinas: diabetes, hipotiroidismo.
  • Anomalías congénitas y adquiridas de la postura: cifosis, escoliosis.
  • Exposición prolongada a cargas estáticas y dinámicas.
  • Predisposición hereditaria a la debilidad del cartílago.
  • Lesión traumática de la columna torácica.

Un estilo de vida sedentario, una dieta poco saludable, la obesidad, la deficiencia de vitaminas y microelementos en el cuerpo pueden provocar la destrucción prematura de los discos.

Grados de patología

Cuanto más deformados están los discos y las vértebras, más pronunciadas se vuelven las manifestaciones clínicas.

Etapas de destrucción de los discos intervertebrales en la osteocondrosis del tórax:

Yo escenifico. El disco comienza a colapsarse gradualmente debido a la incapacidad del núcleo pulposo para retener la humedad necesaria para restaurar sus tejidos. El anillo fibroso está cubierto de grietas. El paciente experimenta molestias periódicas en el pecho después del esfuerzo físico.

II etapa. La destrucción del disco continúa, las fibras del anillo fibroso se estratifican, el núcleo pulposo se mueve hacia la grieta profunda formada en la superficie del disco. La altura del disco disminuye, la movilidad de las vértebras aumenta. Los músculos de la espalda en el área del segmento dañado se tensan de manera refleja, tratando de limitar la movilidad de la región torácica. El dolor es moderado.

III etapa. Si se viola la integridad del anillo fibroso, el núcleo pulposo ingresa al canal espinal con la formación de una hernia intervertebral. Hay una compresión de las estructuras de la médula espinal: fibras nerviosas, vasos sanguíneos. Los cuerpos vertebrales también están deformados, se observan crecimientos de tejido óseo en forma de osteofitos. El dolor se vuelve constante, el rango de movimiento en la columna torácica disminuye.

IV etapa. En la etapa final de la osteocondrosis torácica, se observan signos de un proceso degenerativo en los ligamentos, músculos y otros tejidos que rodean el segmento afectado de la columna vertebral. El cartílago de los discos intervertebrales se reemplaza por tejido cicatricial. La osteoartritis se desarrolla en otras articulaciones vertebrales. El cuadro clínico es variado y depende del grado de daño de los discos y de la ubicación de la hernia.

Si se produce compresión de la médula espinal, se desarrolla síndrome radicular, mielopatía y otras consecuencias irreversibles, que conducen al paciente a la incapacidad.

Si el disco problemático está cubierto de tejido fibroso y las vértebras adyacentes se fusionan, esto puede transferir la enfermedad a una fase de remisión estable, pero con la pérdida de parte de las funciones de la columna vertebral, que se vuelve inmóvil en el área de el segmento afectado.

IV etapa. Esta es la etapa final de la enfermedad. El cartílago de los discos intervertebrales se reemplaza por tejido conectivo, los segmentos adyacentes de la columna vertebral están involucrados en el proceso patológico. Las articulaciones crecen juntas, se vuelven inmóviles (anquilosis). El estado del paciente es grave: dolor intenso no solo en el cuello, sino también en los brazos, en el tórax, entre los omóplatos, signos de accidente cerebrovascular, trastornos de la sensibilidad. Esta es una afección potencialmente mortal que puede provocar un derrame cerebral.

El éxito del tratamiento depende en un 90% de la experiencia y las calificaciones del médico.

Consulta gratuita y diagnóstico de un médico.

  • Quiropráctico
  • Vertebrólogo
  • Osteópata
  • Neurólogo

En la consulta con un médico, se realiza un diagnóstico completo de toda la columna y de cada segmento. Los médicos identifican qué segmentos y raíces nerviosas están involucradas y están causando síntomas de dolor. Según los resultados de la consulta, se prescriben recomendaciones detalladas para el tratamiento y, si es necesario, diagnósticos adicionales.

Signos y síntomas de la osteocondrosis torácica

Los síntomas de la osteocondrosis de la columna torácica a menudo se confunden con el cuadro clínico de otras enfermedades. Esto se debe a que cuando se comprimen las raíces espinales, se alteran las funciones de los órganos que inervan. El trabajo del tracto gastrointestinal, el hígado, el páncreas y el corazón está alterado.

El dolor en el pecho no está claramente localizado, se puede dar en los brazos, las costillas, la clavícula, el omóplato y el abdomen. Por la naturaleza del dolor en la osteocondrosis, se asemejan a los ataques de angina de pecho, pancreatitis aguda o colecistitis.

A menudo, el dolor entre los omóplatos se acompaña de una sensación de falta de aire, que muchos consideran un infarto.

Con una compresión significativa y prolongada de las raíces espinales, se desarrolla una patología neurológica grave con trastornos motores y sensoriales. Específicamente, la localización de los trastornos depende de qué vértebra torácica cerca de la cual haya sufrido la raíz nerviosa.

La zona de dolor y cambios de sensibilidad en forma de entumecimiento se extiende desde el cuello, los omóplatos, las costillas, el esternón hasta el abdomen.

Principios del diagnóstico de enfermedades.

El diagnóstico de osteocondrosis incluye los siguientes pasos:

  • Colección de anamnesis.
  • Exploración clínica con valoración del estado neurológico.
  • pruebas funcionales.
  • Métodos instrumentales: rayos X, resonancia magnética y tomografía computarizada.

Una etapa importante del examen es el diagnóstico diferencial. Los síntomas de la osteocondrosis de la columna torácica a menudo se "disfrazan" como enfermedades del corazón, el estómago y los pulmones, por lo que se prescriben métodos de investigación adicionales para un diagnóstico correcto.

Tratamiento

La mayor parte de los pacientes con signos de osteocondrosis de la columna torácica necesitan un tratamiento conservador. El tratamiento quirúrgico se lleva a cabo solo en casos especialmente graves, cuando el canal espinal se estrecha significativamente debido a una hernia y la médula espinal se somete a una compresión severa.

En las clínicas modernas para el tratamiento de la osteocondrosis, se utilizan métodos de autor no quirúrgicos, que permiten no solo eliminar el dolor en el período agudo, sino también estabilizar el estado de la columna vertebral, evitando el desarrollo de complicaciones. Para cada paciente, dependiendo de la gravedad de la patología, se elige una táctica de tratamiento.

Osteocondrosis torácica: síntomas y tratamiento de la columna vertebral en una clínica moderna.

Los objetivos de la terapia con medicamentos para la osteocondrosis:

  • Síndrome de dolor en bloque.
  • Reducir la inflamación.
  • Normalizar los procesos metabólicos.
  • Mejorar el suministro de sangre.
  • Aliviar espasmos musculares.

Medicamentos utilizados: anestésicos, antiinflamatorios, hormonas esteroides, relajantes musculares, vitaminas B.

Los centros médicos modernos han mejorado los métodos clásicos de terapia manual, añadiéndoles electroforesis y terapia con láser fotodinámico para mejorar el efecto terapéutico.

La terapia incluye:

  • Técnicas manuales suaves que actúan a nivel fisiológico y permiten eliminar con éxito raíces nerviosas pinzadas en la columna vertebral.
  • La electroforesis multicomponente es un procedimiento médico mediante el cual la sustancia medicinal penetra directamente en la lesión.
  • Terapia láser. Bajo la acción de la radiación láser, el fármaco aplicado sobre la piel en el área del segmento afectado de la columna penetra 10-15 cm de profundidad y tiene un efecto analgésico y antiinflamatorio a nivel celular.

El bloqueo paravertebral es un método para introducir un anestésico en el área de las raíces nerviosas dañadas, lo que ayuda a eliminar rápidamente el dolor, reducir la hinchazón, la inflamación y mejorar el suministro de sangre.

Terapia de ondas de choque, en la que las vibraciones acústicas de una determinada frecuencia provocan un efecto similar a un masaje de potencia. El efecto terapéutico del procedimiento radica en el efecto analgésico y en la potenciación de la regeneración tisular.

Los ejercicios de fisioterapia, fortaleciendo los músculos de la espalda, contribuyen a la formación de un fuerte corsé natural que mantendrá la columna vertebral en la posición anatómica correcta.

Muchos años de experiencia en el tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica en una clínica profesional muestran que los síntomas que complican la vida del paciente desaparecen con el enfoque correcto e integral de la terapia, lo que impide una mayor progresión del proceso patológico.